De las Ideas y las Empresas

Desde que ingresé al mundo laboral como desempleado activo, siempre he deseado crear una empresa, suplir una necesidad o por qué no, crear una nueva necesidad, se ha convertido en un anhelo latente y pues al ver que el tiempo pasa y nada que consigo engancharme con una empresa también se convirtió en la única posibilidad de conseguir dinero.

Otro de los factores que me empujan a perseverar en mi campaña es el haber trabajado en un par de empresas, el haber sido empleado, el cumplir con un horario y presentar informes insulsos, en recibir órdenes sin sentido de un jefe, el compartir el tiempo con una manada de ratos en un nido de culebras, donde el chisme es rey.

Siento que el ser empresario es una responsabilidad muy alta, pero luego de mucho sacrificio y ver las duras y las maduras se reciben mejores dividendos que al ser un simple empleado, por lo menos levantar un pequeño imperio y poder dejárselo a futuras generaciones es una ganancia que no se consigue estando solo detrás de un escritorio ganando dinero para los demás.

Para mi el mayor problema radica en qué hacer, ya que con esta globalización todo se consigue con un click y pues cualquier otra cosa requiere de un capital del cual no dispongo, existen ciertos programas gubernamentales que le ayudan a uno con eso de la financiación pero por lo menos hay que tener la idea en bruto para presentar el proyecto.

Pensando pensando he desarrollado una idea que ya estoy implementando, por lo menos lo intentaré y no me quedaré solo con la duda, alguien también dijo que el motor a combustión era una idea estúpida, el que no arriesga no gana y de la pena y del qué dirán no vivo así que o a Santa Rosa o al charco.