Venía de hacer roña del almuerzo con ganas de escribir pero sin muchas ideas en la cabeza, venía pensando en la inmortalidad del cangrejo y en las bolas del toro mientras quemaba tiempo para llegar al laburo, veníando contando los pasos y midiendo cuántos segundos me podía gastar en dar uno, venía ya llegando cuando de pronto una luz irrumpió en el universo y celestialmente me llegaron este par de perlas.
Primero estaba cerca de una panadería donde un empleado descargaba algunos insumos, frente a mi venía una muchacha enfundada en un vestido rojo, realmente no la ví bien porque estaba englobado y sin fijarme en nada. De pronto el empleado hizo un ruido y dijo: "Uy mamita!!! Si así es el rojo como será a-su-lado..."
Este comentario dibujó una sonrisa en mis labios y me dio una razón para escribir, sonó tan vulgar y tan bajo que no me lo pude sacar de la mente, fue realmente gracioso y no pude imaginarme lo que sintió la señorita al escuchar eso, el tipo peló el cobre, mostró el estrato y dio esta pincelada de fina clase y elegancia. No sé, juzguen ustedes.
Una cuadra más adelante venían también dos personajes en los cuales me fijé, una niña con uniforme de escuela deportivo con otro ser que me confundió por lo difícil de descubrir su sexo. Su cara era entre masculina y femenina y además estaba vestid@ con rompa ancha como de rapero o reguetonero; además el peinado tampoco era prueba concluyente.
Este andrógino ser venía conversando y soltó la otra perla: "... pero si es que se parece a Mangimbú..." Otra sonrisa por el comentario y el personaje, para los no conocedores, se refería a Magimbú, el de Dragon Ball, me imagino que por la gordura o qué se yo; ese símil no lo escuchaba desde los tiempos de la univeridad y la fiebre por el bichito aquel, aunque nunca fue de mis afectos, además; estaba un poquito desubicad@ con el nombre correcto del personaje entonces más risas.
Fueron un par de comentarios graciosos que rompieron la monotonía del silencio y de los pensamientos insulsos, apuntes jocosos para mí que estaba presente, no sé para ustedes, a veces la narración le resta el dramatismo de la presencia, lo importante es que no dejan de lado la idiosincracia de este caribeño país.
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