miércoles, julio 25, 2007

De los Encuentros Incómodos

El fin de semana traté de hacer algo diferente, salir de la monotonía y en lugar de irme a dormir y ver televisión como siempre, hablé con un amigo y nos fuimos al centro comercial cual plan de niñas, era algo que se tenía que hacer.

Luego de muchas horas de echar lengua, ver buenas viejas y pasear sin sentido, viendo cosas bonitas pero sin entrar a ningún almacén a averiguar un precio, nos decidimos por una hamburguesa para cerrar la jornada. Camino a la plazoleta de comidas, vimos a una pareja recostada contra una baranda y oh sorpresa, era una exnovia de otro amigo con su novio actual.

Nosotros veníamos por un costado mientras el tipo la tenía trenzada contra la baranda, ella nos vio porque tenía la cabeza inclinada hacia nuestro lado y apenas notó nuestra proximidad se apergolló al tipo para darse una amable rumbeada. Nosotros seguimos de largo como si nada, sin detenernos ni fijarnos en ellos de manera descarada, aunque comparándola mentalmente con nuestros viejos recuerdos y tratando de entender su actitud.

Si la situación hubiera sido al contrario, yo trenzando a una vieja y ella caminando con una amiga, me habría detenido a saludarla y preguntarle por su vida, es una vieja con la cual tuvimos empatía mientras frecuentó nuestro círculo social y lo que haya pasado entre ella mi amigo es ajeno a la amabilidad de dos viejos conocidos.

Particularmente creo que las mujeres tienen esa tendencia en estas situaciones, como que quieren dejar el pasado ahí y no verse con algo que les recuerde lo que pasó, menos si están acompañadas por el presente. En cambio, para los hombres, estos encuentros son más significativos, nos gusta mostrarnos y si es posible mostrar la nueva compañía para confirmar que hemos mejorado a través del tiempo.

Me imaginó que por este último párrafo seré crucificado en sus pensamientos, pero en el fondo siento que todos somos así, luego de las relaciones siempre prevalece el deseo de estar mejor que la otra persona, no importa la razón de la ruptura ni todo el amor sentido lo importa es demostrar que estamos por las nubes así vivamos en el fango.

Mala cosa, pero real, algo idiota, pero real, sin sentido, pero real, en fin, real y no creo que salgamos de ahí, el orgullo pesa tanto como los sentimientos y evitar o afrontar las situaciones incómodas siempre nos deja un sabor de boca que no logramos olvidar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razon dieguito,aunq yo me hubiese muerto de la pena, q cosas!y lo peor es que caemos todas xq somos mujeres.Las amistades es una cosa y los ex es otra.No hay q hacer pagar a los demas x esos tropiezos!ir!@n@