Sé que había dicho que el ciclo acerca de ella ya estaba cerrado, pero si lo recuerdan, también dije que me faltaba decirle que ciertas cosas no se hacían; entonces, si hoy escribo es porque el fin de semana tuve la posibilidad de hacerlo y ahora si, dar por terminada la cuestión, o por lo menos eso espero.
Viernes en la noche y para variar unas cervezas, nada del otro mundo, charla y risas sin mayores pretensiones. En un instante en que nos quedamos solos los dos, le digo que me dejó metido el día de la invitación, que eso no se hace y que estoy sentido, que siempre es más simple darse a la negativa y con eso todo el mundo queda mejor parado. Ella trata de explicarse y eso pero no se lo permito, realmente no creo que existan muchas excusas para esa actitud.
Luego de eso empezamos a hablar un poquito de mi blog y del mejor regalo que me dieron, entonces también les comento que varios post fueron dedicados a ella, a lo cual pregunta la razón, y de frente le digo que me gusta, que solo le estoy confirmando lo que ya sabía por boca de otros y que con esto no le debe quedar duda. Como ya todos en la mesa estamos claros, conversamos acerca del contenido de los escritos, del beso mezquino, de cómo se le caga la cara a un hombre y de todas las cosas que uno hace para ser evidente y sutil al mismo tiempo.
Evidentemente todo son risas y carcajadas, siempre que puedo le digo que todo es para reírse, que no tiene la culpa de nada, que solo es broma a pesar de ser cierto. De todas maneras queda muy en claro mi actitud, como traté de expresarme y lo que buscaba: Un rato con ella para ver si algo podía pasar, nada más. De pronto ella ya no quiere oír más al respecto, que la estoy haciendo sentir mal, una lágrima disimulada baja por su rostro y pues de nuevo al tema del chiste, a reírnos porque no aguanta llorar.
O por lo menos eso creo yo, porque de un momento a otro rompe con un llanto que no puede parar, que el último comentario fue muy pasado y que ya no más, ahí si siento que me equivoqué aunque tampoco debería ponerse así, si el afectado dice que todo es un juego pues así debería verlo el resto, aunque casi nunca se consigue. Se acaba el tema y ya solo queda consolarla, su amiga y yo le pedimos que se calme y sigamos en lo que estamos, la acariciamos y eso aunque no sirve de mucho, al rato salen las dos del lugar y cuando vuelven ya no hay lágrimas.
Decide irse por la hora y salgo a acompañarla, en el camino le recuerdo que todo está bien, que nada más se va a volver a hablar al respecto, que tranquila, pero de un momento a otro de nuevo las lágrimas, que se siente mal, pero no por mí y lo que dije, sino porque el otro man debe estar con otras viejas, y ahí lo entiendo todo: Yo pensando que lloraba por mi culpa y resulta que llora porque no lograr olvidar al ex, el mundo está lleno de egoísmo y pensamos que todo gira a nuestro alrededor.
Le explico que nadie que nos hace llorar nos merece, que se de su lugar, que la vida es así, que no será la última vez que le pasa, que siempre uno quiere a alguien y alguien a uno pero no necesariamente son las mismas personas; entonces dice que no quiere que le duela más, que duele mucho, que ya son seis meses, que ahora va a pasar por el frente de su casa, que lo quiere olvidar, que mientras tanto podría estar de otra manera... que se calla para no decir algo malo, ahí la entiendo y le digo que a pesar de ser consciente que le iría mejor conmigo, uno no quiere con la cabeza sino con el corazón.
Medio se calma y decide irse, ahí me devuelvo con muchas cosas en la cabeza, todo está tan claro pero al mismo tiempo es triste, no lloraba por mi culpa pero las cosas que dijo en medio del llanto me ayudaron a entender, aquí si aplica la frase: No eres tu, soy yo. Realmente no soy yo, es ella. Entonces en medio de todo no estoy tan mal, sin importar que hubiera hecho nunca habría logrado nada, una pequeña satisfacción para algo que no debió pasar de esta manera. No importa, mañana es otro día y todo será como siempre fue.
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