Me enamoré de mi cuando estoy contigo

Goyo en su último comentario dijo algo que me dejó pensando: ya estoy enamorado otra vez. Algo de razón tiene el hombre, conoce algunas de mis historias y también esa manera estúpida que tengo de empecinarme en aventuras sin razón; aunque, creo que esta vez su advertencia se anticipa demasiado a los hechos.

Dicen que nosotros los arianos nos enamoramos como diez veces en la vida, pues para mi caso sería como todas las veces posibles en la vida, es decir, cada vez que existe la mínima posibilidad de salir con alguien pues ya estoy babeando. Ahora bien, si a esto le sumamos que no salgo con alguien desde hace bastante tiempo, me hace más propenso a equivocar los signos de una relación, también digamos que las relaciones medio serias me duran como siete mes y cinco de ellos son peleando y terminando.

Total, haciendo un exámen cuantitativo de mi vida amorosa, no salgo bien librado de la situación y aquí Goyo tiene toda la razón, además, los últimos post han demostrado una ansiedad incontenible de mi parte y eso que solo la he visto tres veces contando la de ayer, pero esa misma razón hace que se equivoque.

Sólo la he visto tres veces y no hemos hablado más allá de lo profesional, todavía no he podido evaluar las posibilidades reales, me refiero a si está disponible, por lo que noté ayer no se sabía ni mi nombre y pues trato de ponerle cabeza fría al asunto porque ya conozco en qué paran estas cosas cada vez que me precipito. Pónganse en mi posición por un instante, conocen a alguien que les parece atractivo, tienen afinidad profesional, parece sencilla y graciosa, lógico que uno se entusiasma, aunque es conciente que son las primeras impresionas y tendrá que escudriñar más profundo para ver qué pasa. Espero me den la razón.

Goyo habló conmigo de su comentario y le dije que le daría una respuesta luego que la volviera a ver, lo que él no sabe es que en la reunión de ayer quedé sorprendido con sus conocimientos, con su actitud y sobre todo muy pensativo ya que al final, luego de quejarme porque ni siquiera nos ofrecían un café, se me acercó por detrás y me tomó de gancho con mucha naturalidad para llevarme a la cafetería. No sé eso que significa, tal vez nada, solo una actitud amable con un nuevo compañero, eso sí, he leído muchas veces los consejos en la Estrategia de la Seducción y luego del respectivo repaso mental solo obtengo señales confusas. Cosas.