Del Certificado Judicial

De nuevo me enfrenté a la tramitomanía de este país, esta vez por el certificado judicial que entrega el DAS; para aquellos que no saben que es el DAS, la analogía sería como con la CIA o la KGB pero criollo, bien criollito.

Lo primero que hay que hacer es pedir la cita telefónicamente, para lo cual solo hay dos líneas y asignan según ellos 3700 citas; el sistema se habilita desde las 7 a.m. y pues a esa hora ya estaba prendido al teléfono. Evidentemente al primer intento pues no pasa nada, marcaba y marcaba el número cada 30 segundos porque se supone que en algún momento se debe desocupar. Mientras llamaba miré un programa acerca de la matanza de la plazade Tiananmen que me dejó impactado y luego que me documente bien pues les comentaré, tanto así que alcancé a mirar todo el programa de una hora hasta que al fin me contestaron, pensé que me iban a decir que ya se habían asignado las citas del día pero no, con suerte había disponibilidad al día siguiente.

Mi cita era para las 11:15 pero como aquí hay que llegar como dos horas antes y tener disponibilidad total de tiempo y plata, por si las moscas, llegué como una hora antes. En la entrada de las instalaciones cola para entrar, cédula en mano, las fotos y el código de la cita, en la portería de nuevo fila, me pidieron el código ese y me entregaron una tarjeta para llenar con mis datos personales, de residencia y físicos; aquí hay que aclarar que esa tarjeta la había llenado la vez anterior que solicité mi certificado judicial porque el dichoso papel se vence anualmente.

Con la tarjeta en la mano pues a hacer la fila grande, no sé cuántas personas habíamos pero éramos muchísimas y seguían entrando más, eso sí, la fila se movía superrápido y pues le daba tiempo a uno de pensar en el color del iris para poner en la tarjeta, muchas sillas para sentarse aunque frente a mi una muchacha delgada fue a hacer uso de las mismas y apenas se sentó se partió la silla, interesante.

Ahora si el llamado para entrar a las oficinas, a mi y a diez personas delante mío, otra fila para entregar la cédula, las fotos y la tarjeta totalmente diligenciada, miran algo en un computador, no sé que será porque si todo está sistematizado pues para qué lo hacen llenar a uno esa tarjeta, ah también como cinco funcionarios por cabina, dos recibiendo los papeles, uno cobrando la platica que va directo para el fondo rotatorio del DAS, o así era cuando uno mismo llenaba el depósito, otro para tomarle las huellas y el último para entregar el documento.

Reciben todo eso, ahora si pague y espere que lo llamen, el funcionario de las huellas pronuncia mi nombre, me pide que revise que los datos estén bien, me toma la huella y me pide que firme el certificado, los únicos datos que vienen son mis nombres y número de cédula, diligenciado a mano ( y la sistematización, la digitalizacion?), firmo y lo devuelvo, espere que lo llamen. Un instante después me llama el último funcionario y me entrega el dichoso certificado.

Una hora después de tanta cola salgo con mi certificado en mano, lo triste es que dentro de un año volveré a lo mismo, las mismas colas y preguntándome de nuevo a dónde irá a parar toda esa plata, casi $30.000 por persona, 3700 citas, por día, 5 días a las semana, como 48 semanas, en fin, hagan sus cuentas.